Con lo visto hasta ahora ya podríamos salir del paso si quisiéramos crear una página web sencilla y publicarla en internet. Sin embargo, vamos a darte algunos consejos que te resultarán útiles en su diseño.
Conviene no hacer las páginas demasiado pesadas, cuanto más grandes más tardarán en cargarse y el usuario se puede cansar de esperar e irse a otra página. El material gráfico y multimedia es el que más espacio ocupa, por eso no es recomendable sobrecargar las páginas con imágenes de alta resolución. Entre 20 y 30 Kb. es un buen tamaño.
Hay que tener en cuenta que la ventana del navegador puede cambiar de tamaño según el monitor con que se esté visualizando la página web. Es mejor utilizar dimensiones relativas (en porcentaje) que absolutas (en pixels). Y aún mejor utilizar técnicas de diseño web fluido o adaptativo.
Conviene utilizar etiquetas DIV para contener las
diferentes partes de la página y lograr que se sitúen en el sitio que más
nos interese, es decir, para maquetarla.
Utilizar formatos gráficos que permitan
comprimir la imagen como JPG, GIF y PNG.
Facilitar la navegación con índices o menús, títulos en cada página y flechas para avanzar y retroceder. Esto es fundamental, ya que un sitio web no es más que un conjunto de páginas y el usuario que la utilice siempre debe saber cómo moverse de una a otra y en qué apartado está situado en cada momento.
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